Por:
Daniel R. Scott
Desde
el pasado mes de octubre y con intervalos de quince días he venido adquiriendo
los libros de la preciosa colección "grandes autores de la lengua
española" que cuentan con el reconocimiento del prestigioso
"Instituto Cervantes." Durante estos últimos tres meses mi vieja
biblioteca de madera, cristal y cartón piedra se ha visto honrada y enriquecida
con las inmortales obras de estos maestros de la literatura. "Si algo caracteriza a nuestros grandes
escritores es que cultivaron todos los campos de la literatura con deslumbrante
maestría." (César Antonio Molina. Director del Instituto Cervantes)
Uno se siente identificado con ellos por la sencilla razón de que nos une o un
mismo continente, o una misma cultura, o un mismo idioma. Son tres grandes
vínculos de nuestros pueblos. La realidad de nuestro origen o de nuestro
destino. Allí está Neruda con su célebre "poema
20", Cortázar con su monumental "Rayuela",
Antonio Machado y su "caminante son
tus huellas el camino y nada más", Federico García Lorca con su mozuela
que llevó al río, Juan Ramón Jiménez y su obsesión de escribir y reescribir,
Borges y "la ciudad está en mí como
un poema" y, finalmente, Alejo Carpentier y su "Viaje a la Semilla", el cual leí en diciembre, me gustó
sobremanera y que a continuación paso a analizar brevemente con las
herramientas que me prestan el intelecto y mis pocos estudios en esa área.
"Viaje a
la Semilla"
se trata, pues, de un relato breve de prosa sólida y exuberante. Los párrafos
hechizan ya desde sus primeras palabras. A medida que se avanza en su
fascinante lectura uno no pude menos que pensar que se encuentra ante una pieza
clásica del llamado "Realismo
Mágico" Aquí se habla de una vida vivida cronológicamente a la
inversa, de la vejez a la niñez. La vida no es una dilatada y racional longitud
entre el nacer y el morir, sino entre el morir y el nacer. La pluma y la
imaginación de Carpentier va mucho más allá: personas, tiempo y cosas
retroceden dentro de ese mismo tiempo hasta desaparecer por completo sin dejar
ningún tipo de evidencia de sus existencias. Hombre y materia se hunden más
allá de sus orígenes. Nada parece haber existido. El ser humano y la obra de
sus manos se extinguen en una nada remota y sin nombre. Hombre y creación se
sitúan mucho más atrás de sus materias primas. Absolutamente todo viaja a un
pasado sin pasado. Uno se pregunta: Si después de la muerte reina el misterio,
¿lo mismo no se puede decir de lo que existe antes de la fecundación biológica?.
El
protagonista real es, "la
reversibilidad del tiempo." Nos dice Klaus Muller-Bergh: "El
tiempo parece retroceder inexorablemente hacia el pasado...Como una película
cinematográfica que corre al revés, desde el final hasta el principio."
Sigue diciendo Muller-Bergh: "Las imágenes se deslizan ante los ojos del
lector con creciente velocidad para hacerse luego completamente borrosas al
reintegrarse la criatura a las entrañas de la madre y perderse por último en el
semen derramado en la oscuridad uterina." En el relato, esta
"reversibilidad del tiempo" va acompañado de alucinantes y
sobrenaturales sucesos tales como: "los cirios crecieron lentamente,
perdiendo sus sudores" o "los armarios, los bargueños, las camas, los
crucifijos, las mesas, las persianas, salieron volando en la noche, buscando
sus antiguas raíces al pie de las selvas." En su viaje o estadía en
Francia Alejo Carpentier entró en contacto con Breton y el movimiento
surrealista. Uno se pregunta y es de suponer hasta qué punto habrá influido
este encuentro en la mágica estructuración de "Viaje a la semilla."
Existen diversas interpretaciones de esta obra que están sujetas a la metáfora
y la alegoría, pero esta es la mía, la que me dejó mis primeras impresiones. El
estudio del símbolo se la dejo a los expertos.
Finalmente,
"Viaje a la Semilla" se
considera una de las piezas fundamentales de la obra de Carpentier. Por la
manera que ha sido trabajada y sobre todo por su temática, la podríamos ubicar
dentro del "Realismo Mágico."
De hecho, al leerla no pude menos que sustraerme de mi actual tiempo-espacio y
recordar con añoranzas la época cuando me regocijaba leyendo la producción de
este novedoso género literario. Para mí como lector fue sencillamente una
experiencia liberadora. Pero el propio Carpentier la ubica en el ámbito de lo "Real Maravilloso" que
"constituye más bien un modo de ser de la realidad, natural, histórica o psicóloga, en que lo insólito la acerca a lo fantástico, pero sin que por ello
intervenga ningún tipo de elaboración estética ni de ninguna otra clase"
(Alexis Márquez Rodríguez)
18
Enero 2011
Magnífico relato del Maestro Alejo Carpentier un viaje en el tiempo a través de la experiencia de Marcial. Cómo se anhela ese viaje para apreciar la esencia de la vida y el valor del tiempo. Carpentier maneja de forma magistral el tiempo, tanto en la dimensión filosófica como en el literario. Este relato junto a El camino de Santiago, Semejante a la noche y el Acoso forman un maravilloso libro: Guerra del tiempo, el cual tuve la dicha de disfrutar. Gracias por este interesante escrito. Saludos Profesor Scott.
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