jueves, 2 de febrero de 2017

Teología poética.

Por: Daniel R Scott.

Salgo a respirar un poco de aire fresco y nocturno, descansando pensativo mis brazos en los travesaños de la reja de pintura azul que cuida la casa, y elevo la mirada al cielo. Ante mí tengo una hermosa noche con su luna alta y plateada como la campana en una elevada torre de éter azulado. Las lluvias pasadas y continuas han lavado y purificado la atmósfera, haciéndola más límpida a mi pupila. Una nubecilla se pasea perezosa, como dirigiéndose al santuario, atendiendo a los llamados de la campana lunar. Mucho más arriba, una estrella parpadea y me hace guiños, cual una eterna doncella sideral que no se cansa de jugar con los corazones enamorados de todas las edades y latitudes.


Y me digo: "Pese a las cosas terribles que pasan debajo de estos cielos, yo escojo el tipo de ojos con los que quiero ver y me aferro a mi teología poética."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario