sábado, 11 de febrero de 2017

La perla de gran precio.

Mercedes López de Bracho
A la memoria de la hermana María Mercedes López de Bracho, ex-secretaria de la Adiel. 

Llegó a mis manos con carácter devolutivo el libro "La perla de gran precio", donde Verla Paterson, Arlene de Nelson y John de Nelson reseñan con texto y fotos el "nacimiento, expansión y jubileo de las iglesias evangélicas libres de Venezuela". Se podría decir que es el "libro de los Hechos" de nuestra denominación en el país. Hoy se toma como algo natural y cotidiano la existencia de las agrupaciones evangélicas libres en cada ciudad o pueblo de Venezuela, pero pocos o nadie se preguntan hoy cual es el génesis u origen de esa comunidad cuya señal distintiva a lo largo de los años lo ha sido una torre con su campana victoriosa en su cúspide.

Colonia Tovar, Venezuela. "un legado viviente" del Misionero David Finstrom
Se señala a la aragüeña ciudad de La Victoria como "cuna de las iglesias evangélicas libres". Años 1898/1903. Desde esa "nueva Jerusalén" y con el joven misionero David Finstrom procedente del Norte (no debemos olvidar nuestra deuda de gratitud con el protestantismo anglosajón) se extendió el evangelio a "Cagua, Colonia Tovar, Palo Negro, Maracay y muchos otros puntos". Dicha expansión contó con trabajo arduo y oposición. ¿Cómo se estableció esa primera obra evangélica? La obra arriba citada nos dice: "Cultos en casa de los Finstrom, visitas en los hogares, trato con la gente en la calle, invitaciones al hogar de los misioneros, escuelas primarias, clases bíblicas para niños, viajes a pie, a caballo, en tren, en moto y por último en carro propio. En muchas ocasiones los hermanos fueron objeto de las piedras y de las persecuciones, pero el resultado fue que muchos creyeron en el Evangelio". Es el modelo a seguir todavía. Trabajo. Sacrificio. Nada de ostentación ni espectáculo. Así es todo lo relativo a Dios: humilde, tan humilde como lo pueden ser un maestro de Galilea y doce discípulos en un rincón ignorado del planeta.

¿Cuál sería el paisaje nacional hoy si aquellos pioneros y baluartes de la verdad mencionados en este libro (yo conocí al menos tres de ellos) hubiesen cedido al desánimo y la violencia desatados en su contra? Sin duda habría un gran vacío y decadencia espiritual en las calles y en los hogares de nuestra patria, porque un siglo después de Finstrom cosa sabida y probada es que la iglesia evangélica libre ha tenido un impacto espiritual y social significativo que, a semejanza de la "sal de la tierra" (Mateo 5:13) ha contribuido a preservar a la sociedad de esa agusanada corrupción reinante en los siglos XX y XXI.

A nosotros nos corresponde retomar la antorcha y continuar con la labor que otros iniciaron con grande sacrificio. En este momento complejo y decisivo de la historia sigamos su ejemplo y marchemos adelante.

Por: Daniel R Scott. 
Pastor de la Iglesia Evangélica Libre "TEMPLO DE JESUCRISTO".


Av. Mariño cruce con Sendréa - San Juan de los Morros Edo. Guárico

1 comentario:

  1. Excelente esa historia local propia de conocer al menos para conocer la génesis de las iglesias libres de Venezuela

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