martes, 7 de febrero de 2017

Lágrimas en la tierra, risas en el cielo.

Pese a las oraciones incesantes de la Iglesia Evangélica Libre "Templo de Jesucristo", tuvimos que sepultar en una misma tumba y en menos de un mes a la hermana Migdalia y al hermano Cheo, esposa e hijo primogénito de José Calderón, co-pastor de la iglesia donde ejerzo el pastorado.

Gran pérdida sin lugar a dudas, tenemos el corazón abatido en nuestro pecho. Y no faltará quien diga el clásico "¿Por qué?" o "¿Dónde estaba Dios?". Pero en momentos como estos es cuando debemos tener los pies bien plantados en tierra y el corazón bien arraigado en el Cielo. Entender que la muerte, por muy dolorosa y trágica que sea, en labios de un adalid como el apóstol Pablo, es un "partir y estar con Cristo que es muchísimo mejor". (Filipenses 1:23) Más aún, el apóstol es radical y categórico cuando afirma que "el morir es ganancia". Y todo cristiano debe asumir con valentía y coraje tal punto de vista. Asumirlo como filosofía de vida. Pese a que no es fácil.

Lo que ha sido una tragedia aquí en la tierra, ha sido una fiesta en el Cielo: Migdalia y Cheo en abrazo gozoso ante la mirada de aprobación de nuestro Señor Jesucristo. Sí, porque un Esteban, primer mártir de la iglesia, exclamó "veo la gloria de Dios, y a Jesús que está a la diestra de Dios". (Hechos 7:55) No resulta inverosímil ver a Cheo y a su madre con sus cuerpos etéreos, conversando con Esteban y con cientos de santos más que los antecedieron.

Nuestra Esperanza es futurista. Cuando el Apocalipsis habla de un cielo nuevo y tierra nueva, añade: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron". (Apocalipsis 21:4) La iglesia y el creyente aún están ubicados en esas "primeras cosas" que todavía no han pasado y que están teñidas de muerte, dolor y lágrimas. Fuimos diseñados por Dios para alcanzar la verdadera felicidad en ese cielo nuevo y tierra nueva que ha de manifestarse en un punto glorioso de un glorioso futuro.


Migdalia, Cheo: su ausencia se sentirá por un largo muy largo tiempo, pero nos veremos en el Cielo.

Por: Daniel R Scott. 

Pastor de la Iglesia Evangélica Libre "TEMPLO DE JESUCRISTO".


Av. Mariño cruce con Sendréa - San Juan de los Morros Edo. Guárico

3 comentarios:

  1. Dios te bendiga mi hermano. Sin duda, hay cosas en las que nuestra "teología" se queda sin explicación. Mejor es no intentar hacerlo y seguir hacia la meta de nuestra vocación que es la vida en el Señor.
    Saludos a los hermanos de San Juan de los Morros

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  2. Tengo dos comentarios en la entrada de CREO QUIA ABSURDUM que no has leído.

    En otro orden. No sabía la anécdota de las taquígrafas judías que recogieron el discurso de Schirller

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  3. Bellas palabras pastor, que nos impulsan a seguir predicando al CRISTO vivo en quien creímos y en quien tenemos vida y vida en abundancia... saludos a la congregación

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