Por
Daniel R Daniel Scott
Sigo andando estos días tomado de la mano de la fe.
La fe ha sido ese ángel enviado por Dios para que me guarde en todos mis
caminos, para que mi pie no tropiece en piedra. El inagotable Spurgeon sigue pastoreándome
y apacentándome desde el lejano siglo XIX, volando hasta el siglo XXI, sobre
las mágicas alas de la tinta y el papel. En mi biblioteca tengo unos veinte
libros de su autoría que apenas representan el 1% de lo que escribió y publicó
a lo largo de su vida. Tomo uno de la biblioteca, lo abro, poso mi pupila en la
primera letra y...
Tabernáculo Metropolitano |
...ocurre el milagro que solo recibe la fe de un
lector: un fragor de átomos, células, nervios, tendones, huesos, músculos y
piel se concertan y juntan en perfecto orden, creando formas, volúmenes,
colores y voces. Se yergue vital y visible la materia histórica. Siento el frío
londinense de un 30 de noviembre en el tabernáculo metropolitano. Predicador y
púlpito se hacen tangibles. Barbado y ataviado de traje gris, me mira directo a
los ojos y dice: "Busca Deuteronomio 31:8". Abro la Biblia en la cita
señalada y leo en voz alta: "Y Jehová es el que va delante de ti, Él será
contigo, no te dejará ni te desamparará, no temas ni te intimides". Y
entonces el "príncipe de los predicadores", con la "más
espléndida y meliflua voz desde los tiempos de Crisóstomo" (William
Fullerton) clama en tono decimonónico:
"En vista de una obra grande, o de una lucha
grande, aquí tenemos un versículo que debiera ayudarnos a ajustar nuestra
armadura. Si Jehová va delante de nosotros, tiene que ser seguro seguirle.
¿Quién puede oponerse a nuestro progreso si el mismo Señor está en la
vanguardia? ¡Venid, hermanos soldados, avancemos con rapidez! ¿Por qué tardamos
en salir a la victoria?"
Predicador y púlpito se hacen tangibles |
"El Señor no está solamente delante de
nosotros, está con nosotros. Arriba, debajo, alrededor y dentro está el
Omnipotente, el Omnipresente. En todo tiempo, aun hasta la eternidad, estará
con nosotros, así como ha estado hasta ahora. ¡Cómo debiera esto esforzar nuestro brazo! ¡Levantaos intrépidamente, soldados de la
cruz, porque Jehová es con nosotros!"
Finalmente la magia cesa. Predicador y púlpito se
desmaterializan y desmantelan ante mis ojos, dando lugar a mi silenciosa
habitación. Todo regresa al siglo XIX y a la tinta y el papel de mi viejo libro
de devociones, pero su voz y doctrina flotan cálidos en mi corazón, saturando y
fortaleciendo la fibra y médula de mi espíritu.
30 de Noviembre de 2017.